La Asociación FEDEGAN impulsa actualmente una estrategia que denominan “Brigadas de Reacción Solidaria”, por medio de la cual convocan a los ganaderos a acompañarse entre sí mediante la movilización hasta predios de personas supuestamente afectadas por tomas de tierras. A pesar de que la convocatoria repite varias veces la palabra “acompañamiento pacífico”, es necesario contrastarla con pasadas experiencias de grupos de “autodefensa”, “defensa propia” o “seguridad privada” implementadas por algunos ganaderos, las cuales han sido señaladas por tribunales y la comunidad internacional como promotoras del paramilitarismo y graves violaciones de Derechos Humanos.
Columna de opinión del Departamento de Derechos Humanos de la CUT Santander
3 de octubre de 2022
El paramilitarismo es un problema grave que ha estado presente en la mayoría de conflictos violentos de la historia colombiana, el cual comprende el uso del poder armado por parte de sectores poderosos con la intención de realizar sus intereses económicos y políticos pasando incluso por encima de las leyes mismas del Estado colombiano. La doctrina militar de la “Defensa Nacional” promulgada desde los años 60, la injerencia norteamericana e israelí a través de mercenarios y la promoción de la participación de los civiles en el conflicto armado, son algunas de los factores que facilitan la conformación de grupos paramilitares en Colombia.
Una experiencia tristemente célebre al respecto es el proyecto paramilitar del Magdalena Medio el cual surge a raíz de cinco factores principalmente: a) el impulso a la conformación de grupos de autodefensa por parte del Ejército y la Policía, b) la conformación de la Asociación de Comerciantes y Ganaderos del Magdalena Medio ACDEGAM, c) la participación activa de narcotraficantes, d) la autonomía de los militares en los territorios y su oposición activa a cualquier negociación de paz con las guerrillas y e) la participación activa de políticos.
ACDEGAM tenía personería jurídica otorgada por la Gobernación de Boyacá mediante resolución 065 del 22 de junio de 1.984, la cual actuó como fachada de “amparo, financiación y apoyo a las autodefensas” (Tribunal Superior de Medellín, 2015, p.36) Esta Asociación construía casas, sus directivos manejaban las finanzas de los nacientes grupos paramilitares, organizaban la vigilancia de los predios y reclutaba sicarios para que trabajaran para los ganaderos y narcos, como lo explica Alonso de Jesús Baquero Agudelo Alias “Vladimir” jefe operativo de la masacre de La Rochela:
“entonces HENRY me dijo delante de todos: “esta es la Asociación de Ganaderos, esta es una forma de organizarnos para hacerle la guerra a la guerrilla”, que yo tenía que someterme que era una organización, que había qué cumplir unos reglamentos que había que obedecer (…)” (Testimonio de Alonso de Jesús Baquero Agudelo en Fiscalía Regional de Cúcuta, 1994, Folio 27)
ACDEGAM es sólo una de las muchas experiencias en donde la violencia, el poder económico, el despojo de tierras, el poder político y el narcotráfico se juntan para propiciar las peores violaciones de Derechos Humanos, como se puede observar en los casos de Córdoba y Uraba, en los llanos orientales o en el Cesar. Desde la perspectiva de los Derechos Humanos es inaceptable que la asociación FEDEGAN enarbole la conformación de grupos de reacción inmediata de la mano de políticos que han defendido a sicarios como Andrés Escobar que disparan armas de fuego contra civiles en manifestaciones públicas.
La entrega de 2 millones de hectareas a campesinos sin tierra es una promesa incumplida desde hace más de 6 años por parte del Estado colombiano. Las FARC-EP entregaron las armas, incluso a costa de la vida misma de más de 300 excombatientes acribillados en estado de indefensión. Entonces la gran pregunta es: ¿acaso FEDEGAN se prepara para impedir el cumplimiento de estos acuerdos por medios violentos? El paramilitarismo ha emergido de esa peligrosa mezcla entre poderes económicos y políticos que se oponen a la solución a la solución de los problemas sociales; las experiencias y condenas contra Colombia en tribunales internacionales obligan a alertar sobre la peligrosidad de campañas como las “Brigadas de Reacción Solidaria” que hoy día promueve la élite ganadera.
*Foto: verdad abierta
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