Columna de opinión de la presidenta de la CUT Santander - Nohora Stella Villamizar Rivera
15 de enero de 2024
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#PazConJusticiaSocial #DerechosLaborales #DerechosHumanos #ChacónVive
Hoy 15 de enero, se cumplen 36 años del asesinato del dirigente de la USO Manuel Gustavo Chacón a manos de militares colombianos, ¿qué ha pasado con la sanción a estos hechos, cuántas condenas han proferido, cómo han reparado a familiares y compañeros de organización? En esta fecha, rechazamos su vil asesinato que permanece en la impunidad y saludamos los actos conmemorativos que realizan las organizaciones sociales del Magdalena Medio con ocasión de esta fecha.
Vivimos tiempos cruciales en la historia colombiana, donde las tareas sindicales del 2024 deben ser un faro que ilumine el camino hacia una paz con justicia social. Como clase obrera, nuestro anhelo es poner fin a la opresión, la violencia y la dominación burguesa, construyendo un futuro donde la dignidad sea la norma. En este ciclo de lucha por el cambio, nuestras organizaciones sindicales son piezas clave para avanzar en las transformaciones necesarias y cerrar las brechas de desigualdad.
Durante el 2023, el gobierno del cambio empezó a implementar la política de Paz Total, donde se dio continuidad a las mesas de diálogo para la solución política al conflicto armado con distintos grupos armados todavía presentes en los territorios. Desde la CUT se participó en encuentros para el diseño del mecanismo de participación de la sociedad en la construcción de la paz, en el marco del diálogo Gobierno-ELN.
Tenemos la oportunidad y la obligación histórica de reflexionar y convocar a las mayorías nacionales a la movilización por los cambios que se requieren para construir una paz duradera y estable, basada en la garantía de derechos históricamente negados. La verdad, acceso a la justicia y reparación de los daños causados a nuestras organizaciones sindicales son imperativos, por ejemplo, frente al caso de Manuel Gustavo Chacón.
Tras una larga lucha y muchas trabas impuestas por los pasados gobiernos, por fin el gobierno del cambio, mediante resolución de la Unidad para las Víctimas, fue reconocido el movimiento sindical como víctima del conflicto armado. Ahora las y los activistas y dirigentes sindicales debemos exigir que se apruebe la reforma laboral para dignificar el trabajo en Colombia, que fue precarizado para poner en condiciones de indignidad a la clase trabajadora. Así mismo, se requiere el compromiso desde el Estado colombiano, los empresarios y medios para educar a las nuevas generaciones y a la sociedad en general borrando los estigmas que medios de comunicación, gremios económicos, políticos y militares crearon en contra del movimiento sindical. Durante años, fuimos difamados como corruptos, perezosos, enemigos del progreso. Esta desinformación allanó el camino para asesinatos impunes. La reforma laboral debe ir de la mano con una campaña educativa que destierre estos prejuicios y revalore la labor sindical.
Mirando hacia la construcción de la paz, el movimiento sindical tiene un potencial invaluable. Hemos sentido el conflicto en carne propia en las regiones. Además, hay que recordar que muchos líderes sindicales han sido al mismo tiempo dirigentes de Juntas de Acción Comunal, impulsores de asociaciones campesinas, educadores, promotores de cooperativas y miles de proyectos sociales, todo lo cual es un acumulado de experiencia y conocimiento que podemos aportar a la construcción de esa paz con las transformaciones anheladas por el pueblo colombiano. Este es el legado y ejemplo de Manuel Gustavo Chacón Sarmiento.
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