La madrugada de este domingo 15 de mayo, una docente del municipio de Puerto Parra, Santander, adscrita a la Institución Educativa Alfonso López fue asaltada en su residencia, privada de su libertad por varias horas, violentada sexualmente y amenazada.
Continua la cadena de hechos violentos contra las mujeres en Santander, donde en lo que va corrido del año hemos sufrido el asesinato, las amenazas, los desplazamientos y ahora la violencia sexual. Lo que acaba de ocurrir es una afrenta a la dignidad y los derechos humanos de todas las mujeres y maestras santandereanas.
El sábado 14 de mayo en horas de la noche, se celebró el día de las madres en el corregimiento de Campo Capote, perteneciente al municipio de Puerto Parra, Magdalena Medio del Departamento de Santander. Una de las docentes trabajadoras de este centro educativo se retiró sobre las 3am del domingo 15 de mayo de dichas instalaciones rumbo a su residencia ubicada en una de las vías principales del corregimiento. Al llegar a su vivienda y disponerse a abrir la puerta, en compañía de su hija menor de edad y otro joven estudiante, un hombre les aborda y obliga a ingresar a la residencia amenazando con un arma de fuego.
El individuo se identificó como integrante del Clan del Golfo, comúnmente conocido como “Urabeños”, redujo a estas tres personas indefensas y las amarró manteniéndolas privadas de su libertad durante más de 4 horas hasta pasadas las 7am del domingo 15 de mayo. Durante este tiempo, el hombre abusó sexualmente de la docente bajo la amenaza de un arma de fuego y de que si no accedía abusaría de su hija menor de edad.
Durante este tiempo, el victimario lanzó amenazas contra los vecinos del sector a quienes tildó de enemigos y anunció que regresaría para matarlos. Así mismo le infringió sufrimientos sicológicos a la docente y sus familiares al mantenerlos en la zozobra pues les hizo creer que los tendría secuestrados durante cinco días.
El Estado colombiano es el directo responsable por la protección de los Derechos Humanos, más aún si se trata de funcionarios que dependen de sus entidades, como en este caso de la Secretaría de Educación de la Gobernación de Santander.
Los hechos de violencia sufridos por nuestra compañera docente, violentan a todas las mujeres y a todos los trabajadores de Santander; además, son una clara violación a los tratados internacionales de Derechos Humanos, como la Convención Americana de Derechos Humanos y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belén do Pará”, instrumentos internacionales debido a los cuales el Estado colombiano tiene la obligación de tomar las medidas necesarias y sin demora que prevengan, sanciones y eliminen definitivamente toda forma de violencia en contra de las mujeres.
Esta es una muestra más del abandono en el que tienen el Gobierno Nacional, el Ministerio de Educación Nacional y la Gobernación de Santander, a las Instituciones Educativas de nuestras regiones. No hay garantías para las maestras y maestros, no hay condiciones físicas ni de seguridad adecuadas para que ejercer la docencia no nos cueste la vida, la integridad, la libertad, la dignidad…
Exigimos justicia, reparación, garantías de no repetición y toda la atención prioritaria para nuestra compañera docente y sus familiares victimizados por esta situación. No toleraremos ni un solo caso más de violencia contra las mujeres en Santander, por lo que llamamos a ejercer el derecho constitucional de movilizarnos para hacer resistencia a todo este contexto violento que hoy nos llena de rabia e indignación.
Hay que destruir la cultura de la violación que como lo explican las Ciencias de la Salud e instituciones como Profamilia, se sostiene sobre estereotipos y prejuicios acerca de que las mujeres son seres inferiores y posesiones de los hombres.
¡Colombia está cambiando, respeten los Derechos Humanos!
16 de mayo de 2022
COMITÉ EJECUTIVO DEPARTAMENTAL – CUT SANTANDER
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