LA DIFAMACIÓN SE MUEVE A UNA VELOCIDAD DE 20 NOTICIAS POR HORA


 

El resultado de la manipulación mediática ha llevado a invertir la escala de valores de la humanidad. En 26 estados autoritarios, las entidades gubernamentales "han utilizado la propaganda computacional como herramienta de control de la información para suprimir la opinión pública y la libertad de prensa, desacreditar las críticas y las voces opositoras, y ahogar la disidencia política"(...)

 

Columna de opinión del Departamento de Derechos Humanos de la CUT Santander

13 de junio de 2022

 

A través de la red social Facebook una consultora británica conocida como Cambridge Analytica recolectó información personal de millones de personas en todo el mundo, la cual fue usada posteriormente para desatar campañas de manipulación masiva como las que llevaron a la victoria de Donald Trump y el BREXIT en Inglaterra.


En 2017, una investigación de la cadena BBC reveló que empresas como Facemedia contrataban servicios con políticos de Brasil mediante los cuales creaban perfiles falsos en redes sociales, destaban oleadas de campañas negativas contra personalidades como la presidenta de izquiera Dilma Rouseff; basados en los temores de la gente, creaban rumores y posicionaban candidatos que llegaron a ganar escaños en el poder legislativo y ejecutivo.


Sobre la manipulación de masas, basta recordar las confesiones de Juan Carlos Vélez quien aceptó haber utilizado las redes sociales para profundizar al miedo a que Colombia se convirtiera en Venezuela, a que le quitaran las pensiones a la gente para dárselas a los de las FARC, o a perder subsidios que según ellos serían recortados para financiar los acuerdos de paz. Vélez dijo que ganaron porque lograron que “la gente saliera a votar verraca” y que “la estrategia fue dejar de explicar los acuerdos”. En aquel entonces, como hoy, deliberadamente fueron publicadas noticias falsas como que Juan Manuel Santos era comunista y hacía parte de una estrategia conspirativa mundial que incluía la reactivación de la extinta Unión Soviética.

En el año 2021, una investigación del medio La Nueva Prensa reveló cómo el hacker colombiano Carlos Escobar lidera campañas de suplantación de identidad y publicación de noticias falsas mediante empresas como Maverick Latam de las cuales han sido clientes Alex Saab, Jaime Lombana Villalba, Carlos Mario Jiménez, alias ´Macaco´, Francisco Santos Calderón, Carlos Holmes Trujillo y Alejandra Azcárate: “han sido contratados decenas de venezolanos. A cada uno le asigna el manejo de cientos de cuentas maliciosas de Twitter. Cada grupo de calumniadores y reproductores de mentiras lanzadas por Carlos Escobar Marín se llamaba “bodega” y de allí resultó el término “bodeguita” para referirse a la práctica de usar las redes sociales de manera masiva para regar mentiras por contrato.”

En la reciente campaña a la presidencia en Colombia, una vez más se ha puesto en evidencia el poder destructivo de la manipulación de masas a través de las redes sociales. En Santander hemos tenido reporte de cadenas de Whatsapp donde se dice que Gustavo Petro estuvo en Honda, Tolima, en un ritual con brujos y santeros, así como otras donde se le señala de secuestrar y asesinar a tres menores de edad en Bogotá.

Pero las campañas de desinformación van más allá de circular mentiras en redes sociales, pues también ha incluido la parcialización de algunos medios de información masiva como Semana, La W y La FM que han entrado a formar parte activa del antipetrismo. Por ejemplo, la Revista Semana tiene en la red social Twitter la cuenta @RevistaSemana la cual cuenta con 4,9 millones de seguidores. Cualquiera puede ir y revisar sus publicaciones para comprobar que durante los últimos 15 días es tal el desequilibrio informativo que los promedios de sus publicaciones son así:

- Noticias publicadas con titulares y contenidos en contra de Petro: 20 noticias por hora.
- Noticias publicadas con titulares y contenidos a favor de Petro: 1 noticia por hora.
-Noticias publicadas con titulares y contenidos a favor de Rodolfo Hernández: 4 noticias por hora.

Los medios de comunicación cumplen una función social sumamente delicada, pues pueden llegar a millones de personas en poco tiempo, por eso no pueden parcializarse a favor de una u otra corriente política. Además, si refuerzan las campañas negativas desatadas por las bodegas de la manipulación en redes sociales, ahondan el daño que ya está sufriendo la sociedad.

Cuando se usan noticias falsas, se profundizan los miedos, se destruye la capacidad de razonar de las personas y se fomenta la intolerancia ante la diversidad. La disyuntiva moral en la que se encuentra Colombia está entre manipular los miedos de la gente o fomentar la capacidad para leer críticamente la realidad y los mensajes que se reciben del mercado y la prensa.

El resultado de la manipulación mediática es personas menos críticas, sumidas en fantasías como que las vacunas introducen microchips en la sangre, que la tierra el plana, que Petro es terrorista o que Francia es de un grupo armado ilegal.

El resultado de la manipulación mediática ha llevado a invertir la escala de valores de la humanidad: ¿Son preferibles los candidatos que usan lenguaje violento y xenófobo? ¿Son preferibles los candidatos que votaron no a la paz? ¿Son preferibles los candidatos con juicios en curso por corrupción? ¿Son preferibles los candidatos que refuerzan los esteretipos machistas? ¿Son preferibles los candidatos que proponen aumentar la jornada laboral en las entidades públicas hasta 11 horas? ¿Son preferibles los candidatos que nombran coordinadores de campaña a financiadores de mercenarios?

Un estudio de Oxford Internet Institute realizado en 2019 daba cuenta de esta preocupación: “En 26 estados autoritarios, las entidades gubernamentales "han utilizado la propaganda computacional como herramienta de control de la información para suprimir la opinión pública y la libertad de prensa, desacreditar las críticas y las voces opositoras, y ahogar la disidencia política"(...)”

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