EL CAMBIO SERÁ CON LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES O NO SERÁ


 
En plena campaña presidencial se han desatado una serie de polémicas por las repetitivas declaraciones mahistas y misóginas de uno de los candidatos. Antes que entrar en una controversia sobre las actuaciones de un candidato, deseamos llamar la atención sobre el papel que han jugado las mujeres en la democratización de nuestro país desde sus orígenes, lo mismo que la importancia de promover unas prácticas favorables a la equidad de género y el respeto a los Derechos Humanos de las mujeres, acordes a los lineamientos de organismos multilaterales como la Agencia de Naciones Unidas para las Mujeres y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.


Columna de opinión del Departamento de Derechos Humanos de la CUT Santander


6 de junio de 2022


Desde los tiempos de la resistencia a la invasión española, grandes guerreras como Yarima, la Gaitana, hicieron su aporte a la lucha por la libertad de sus pueblos, lo mismo que la afro Apolonia y sus compañeras. Posteriormente, María Cano y Betsabé Espinel, entre otras, lideraron huelgas históricas de la clase trabajadora que pedía condiciones laborales justas e igualdad en los pagos para las mujeres.


Así mismo otras mujeres lucharon contra todas las formas de opresión que afectaban a las mujeres a lo largo del Siglo XX. Por ejemplo, Margarita Villaquirá era una maestra que entre los años 20 y 40 promovía la lectura en los parques de Bogotá, decía que el país seguiría mal mientras hubiera gente sin saber leer; su hijo fue asesinado y torturado en medio de las tensiones políticas de los años 40, por reclamar un cambio progresista desde las ideas liberales de la época.


Y así podriamos continuar, encontrando en cada momento a mujeres quienes rompieron los mandatos sociales que ordenaban a la mujer quedarse en la casa y limitar su existencia al cuidado de sus hijos y el marido. El compromiso fue tanto, que algunas de ellas ofrendaron su vida, al desafiar el poder armado del imperio Español, como Antonia Santos Plata quien fue guerrillera junto a sus familiares en aquellos tiempos y hoy día es una de las próceres más homenajeadas de nuestra independencia.


Ayer como hoy, a quienes quieren un cambio y ruptura de todas las injusticias que lastiman la dignidad, les califican de terroristas, guerrilleros o bandidos. Otros países como Sudáfrica, Irlanda, Salvador y Uuruguay, hicieron procesos de paz que pararon la violencia y al poco tiempo, ex jefes guerrilleros fueron presidentes de la República, comprobando con esto que la paz puede abrir la puerta para que los liderazgos que antes estaban en la guerra, ahora aporten desde gobiernos de justicia social y paz.


En medio de estas luchas de la humanidad, la mujer ha enfrentado la mayor carga de violencias y discriminaciones. Por eso es importante que nuestros gobernantes den ejemplo, dejando de lado todo lenguaje, expresión o práctica que alimente el ciclo de violencias contra las mujeres.


Es inaceptable que en pleno Siglo XXI un aspirante a la Presidencia de la República diga “que las mujeres deben quedarse en la casa” o “que la mujer metida en el gobierno a la gente no le gusta”, así se estuviera refiriendo solamente a su esposa, pues reproduce y amplia una creencia sobre la cual se cimenta la violencia. No basta con manifestar que las mujeres deben ser respetadas, hay que mostrar un compromiso en el lenguaje y la forma de administrar lo público y relacionarnos.


Existe una cultura basada en creencias como: la mujer debe quedarse en la casa, lo ideal es que las mujeres cuiden los hijos, los hijos van donde va la mamá, si le pegaron por algo sería, esa mujer es mía, si una mujer no se resiste realmente no se puede decir que fue una violación, una buena esposa debe obedecer al marido así no esté de acuerdo, entre otras. Esto lo ha diagnosticado la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer en algunas investigaciones técnicas sobre la cuestión.


En el mundo laboral existe el acoso, el abuso, el chantaje para exigir favores sexuales, el desprecio hacia las mujeres y una gran disparidad en los pagos. Por la gravedad de esta problemática, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha emitido el Convenio C190 de 2019, para eliminar de una vez por todas la violencia y el acoso. No puede ser posible que los patrones traten con insultos a las mujeres, les digan brutas o amenacen con echarlas si no aceptan ser cómplices en conductas contrarias a la ley.


Cada día es más preocupante que en la actual campaña electoral, un candidato a la presidencia ponga en práctica todas las conductas lesivas que se han señalado y que van en contravía de los Derechos Humanos de las Mujeres contemplados en el Sistema de Naciones Unidas y el Sistema Interamericano. Por eso, desde las organizaciones defensoras de Derechos Humanos y de Mujeres, es necesario emitir un mensaje de alerta a la comunidad internacional sobre la creciente cultura de violencia que se ha dejado ver por parte de una de las campañas presidenciales, por lo mismo que invitamos a participar con conciencia de nuestros derechos y votar por la única opción que garantiza un respeto a los Derechos Humanos en cabeza de Francia Márquez y Gustavo Petro.


Santandereanas siempre adelante, ¡ni un paso atrás! Somos las herederas de Antonia Santos, Manuela Beltrán, la guerrera Yarima y miles de mujeres que han hecho respetar su dignidad y la de su pueblo aún a costa de su propia vida. Las mujeres nos vamos para la casa, pero para la Casa de Nariño, a gobernar con Francia y Petro. Por eso hoy decimos: ¡el cambio será con la dignidad de las mujeres o no será!

 

 

Foto: relebion.org

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